
Mujeres Protagonistas: Sonia Mabel Velázquez
Conversamos con la ministra de salud de nuestra provincia, en el marco del eje: mujeres protagonistas.
Si miramos a nuestro alrededor seguro vemos a alguien que cuida, que se encarga de hacer algo para contener y ayudar a que otra persona se sienta protegida. En su enorme mayoría, ese lugar es ocupado por mujeres. Puede ser la maestra en la escuela o la enfermera en el centro de salud o, tal vez, quien se ocupa de recibir un papel o de preparar una merienda. Todas estas pequeñas acciones están presentes en nuestras vidas cotidianas y por lo general, no se les da el valor que, efectiva y afectivamente, tienen. Por eso hemos elegido algunas experiencias de mujeres que cuidan. Entre ellas, se reparten la enorme red de cuidados que sostiene y contiene a quienes necesitan ser cuidados.
Sonia Mabel Velázquez es Ministra de Salud de la Provincia de Entre Ríos.
Nació un 20 de febrero de 1966 en Nogoyá. A los 17 años vino a Paraná a cursar la carrera de Trabajo Social -en ese momento se llamaba Asistente Social.
Luego realizó la Maestría en Gestión, Desarrollo y Sistemas de Salud y la Maestría en Salud Materno Infantil.
Siempre estuve trabajando en la salud pública. Inicialmente en el Hospital Materno Infantil San Roque, fui delegada de ATE, incursioné en muchísimas áreas; como emergencia sanitaria, maternidad e infancia, PROMIN (Programa Materno Infantil), Plan Nacer, CAPS Selig Goldin; y siempre volvía al hospital.
Me gusta mucho el contacto con la naturaleza, mi infancia fue en el campo. Mi mayor placer es ir un domingo a Crucecita distrito Nogoyá, una localidad de casi 300 habitantes. Allí viven mis padres. Ese es mi mayor disfrute desde que estoy abocada a la gestión del Ministerio, ya que es una dedicación full también.
Tengo una simbiosis muy especial con el campo, lo extraño mucho y más pasa el tiempo, más quiero volver a mis raíces.
Disfruto mucho de la música, siempre me acompaña el folclore, la música latinoamericana, Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, Los Olimareños. Me gusta leer mucho sobre política, economía, ciencias sociales. Galeano es mi escritor favorito. Sin embargo, la pandemia me impidió hacerlo.
Eligió ser Trabajadora Social porque en la zona rural veía la posibilidad de un cambio a través de un servicio, acompañando procesos en el trabajo con otros, incidiendo en las desigualdades sociales que nos atraviesan.
Me aboqué a la gestión porque cuando desarrollaba mi práctica profesional en las instituciones, advertí un déficit de gestión para poder mejorar la atención y calidad de vida de nuestros usuarios y por eso opté por desarrollar una Maestría en Gestíon, la que busqué fervientemente. Me posibilitó las herramientas para poder definir políticas públicas. Ésto, sin desvalorizar lo que la disciplina de Trabajo Social me aportó en planificación, organización, la lectura política del contexto y también el ámbito social, gremial y político. Además, hice una formación en la Escuela de Capacitación Sindical que para mí fue innovadora y me ayudó a entender la realidad de las instituciones.
La mujer en lugares de poder. Cómo pensar esos espacios.
Vengo de un matriarcado importante, mi abuela , mi madre y mis hermanas han sido mis referencias. Mi abuela me hablaba siempre de la participación de la mujer en la política. En las instituciones, lo vi primero en el ámbito gremial: cuando me fui a afiliar para poder participar me dijeron “los sindicatos son de hombres”. Ahí tuvimos que hacer un camino. El ámbito político siempre ha estado relegado a los hombres, después de mucha mucha participación logramos la ley de paridad de género. Todavía hay que romper algunas visiones del patriarcado que se siguen reproduciendo como un esquema de poder en las instituciones, aún en manos de mujeres.
La mujer en los lugares de cuidado
Las tareas de cuidado están asignadas a mujeres. En enfermería, comedores, etc. con un reconocimiento que sigue siendo una deuda interna, subvalorada en lo económico como en lo salarial. Considero que en salud particularmente hemos podido liderar este proceso difícil como ha sido la pandemia y todavía no ha llegado el reconocimiento indicado que tiene que ver con lo salarial. La sociedad está dando un reconocimiento importante que tenemos que acompañar desde las políticas de Estado para darle el lugar que corresponde a todos y todas las protagonistas.